miércoles, 25 de abril de 2012

¿Yo te lo dije?


Ahora la palabra decir también se aplica para referirse a todo lo que se escribe virtualmente. Pero no es una certeza, nada de la información intercambiada a través de los chats o redes sociales puede ser interpretada y dar con la clave de su origen al 100%, ni siquiera llegamos a este porcentaje en el cara a cara. Sin embargo, hay un factor que nos permite tener una seguridad a la hora de deducir  lo que el interlocutor demuestra, sea de manera intencional o no intencional, y eso es la comunicación no verbal.

Las personas damos información tan solo con nuestra imagen, es lo real, lo que existe. Esa imagen, que debo especificar con este término me refiero a nuestro molde, muchas veces sirve para sacar ciertas conclusiones, tales como nuestro sexo, lugar de origen, etc. Si a este cuerpo le agregamos la vestimenta y un estilo particular (el "look") generamos automáticamente un prototipo, es decir, asignamos una categoría para el individuo que tenemos frente; ya no solo vemos el molde, sino un personaje que puede transmitir  impresiones.

A pesar de que esto resulta importante a la hora de comunicarnos, la comunicación necesita de otros elementos para que se pueda descifrar el mensaje del emisor. Ocurre, por ejemplo, que muchas veces no todo lo que se dice es cierto, algo nos indica que hay un titubeo, algo que no resulta auténtico,  y aquello no se ha notado por las palabras que la persona manifestó, sino por la gestualidad. La gestos pueden ser motivados o no motivados, pero la mayoría de ellos surgen de manera no intencional; no los podemos controlar, ellos son los que delatan la intención oculta.

Además, existe la tonalidad de voz y la expresividad corporal, ambas se complementan al momento de comprender un mensaje. Depende de la entonación y el grado de expresividad asumimos que lo que se ha dicho significa tal cosa.

Para muchos, tal vez, no estoy exponiendo nada nuevo, y les aviso, ese no es el punto. Cómo podemos asegurar que la comunicación que se efectúa mediante las redes sociales puede ser tan consistente como la que se da entre personas en un espacio físico. Es por este motivo que algunas veces se prefiere decir algo mediante un mensaje virtual, pues no nos vemos expuestos ni corremos el riesgo de quedarnos sin armas que puedan encubrir nuestras emociones. Las diferentes relaciones que se construyen a a diario a través de estos recursos suelen ser débiles, pues no se basan más que en símbolos que pueden ser muchas, varias cosas al mismo tiempo, y no podemos fundamentarnos en nuestras intuiciones o sentidos, ya que estas no nos darán conocimiento, como dijo Sócrates. No pretendo parecer anticuada, creo que lo explicado ampara mi verdadera posición y la conclusión a la que intento llegar: no confundamos el decir con el decir.



miércoles, 18 de abril de 2012

Simpleza








Cuando enmudezco no tengo nada que decir 
hay ruido, ruido, mucho ruido
y ese espacio dentro
que queda al desnudo
y que se intenta solapar con palabras tan inútiles
como el esperma de alguien que se masturbó.

Y las respuestas no interesan.

Pero una vez me quedé callada
Porque, de pronto, todo sonó tan perfecto;
el único estado de exactitud que la mente reconoce
en un mundo donde los cuerpos con vida penan y las sombras son lugares 

Y se siente la respiración de los árboles en el aire
El sol no quema ni el frío cala huesos
La picazón en el cuello es una caricia
El cansancio hará andar los pies
hasta el tiempo está de nuestro lado

Porque por fin conociste que Dios se llamaba silencio