Hablemos de las elecciones presidenciales, de política. Estoy sumergida en una neblina turbulenta de ofertas, seducciones y palabras - sin olvidar las llamadas telefónicas - que me tratan de involucrar dentro de alguna “propuesta futurista” que intenta llegar a la presidencia. Las calles, los mercados y las universidades se han convertido en centros públicos manchados por diversos símbolos, supuestamente de distintas ideologías, de distintas tonalidades.
El candidato que no supone ser el más astuto lo es, su presa más fácil son los jóvenes, ese público es sencillo de convencer, incluso más que el de los que algunos consideran “ineptos para votar” . Las herramientas utilizadas son las bandas para las muñecas, la cauta sonrisa estática (de oreja a oreja), los polos y los mensajes en los que aparecemos como parte de ese futuro tan deseado, el cual aspira a cambiar, ¿por qué?, porque así debe de ser. Sí señor, usted ha logrado que mi pagina de inicio este llena de estampas redondas, colores pintorescos, mensajes sin sentido, gente que apuesta por su imagen sin saber mucho de su historial. Usted con su aparente porte y su tentador conocimiento económico supone ser la próxima página de mi libro de historia. Castañeda lo considera como el candidato de la pituquería y, en parte, se le puede dar la razón, esa pituquería que existe y la otra que aspira serlo con el voto. En ocasiones, gente habla del candidato sin saber de su plan de gobierno - que en el fondo resulta innecesario porque nadie lo cumplió ni al 50% -, sólo por que se ve bien, suena bien, luego podemos pensar quienes resultan más ineptos.
Por otro lado, veo a los que aún prefieren lo viejo conocido, los que mantienen la ilusión de un posible regreso (en mi opinión, tuvo una mala estrategia). Me arriesgo a decir que las probabilidades de este candidato se van alejando con la subida del señor PPK, que ha crecido como la espuma -debería agradecerle a la publicidad televisiva, la prensa lo ha perseguido "al estilo Lourdes Flores" (ojalá no sea el mismo final). Para los que comparten el sentimiento Toledista aún queda una esperanza, las señoras con el don de ver lo que vendrá, ese espacio que se encuentra delante nuestro, ellas, aseguran que el próximo presidente será el candidato de Perú posible: la idea conocida.
Esto me lleva a mencionar la otra propuesta apoyada aproximadamente por un 50% de los peruanos. El fujimorismo, ahora con la imagen de la señora Keiko, que siempre se muestra muy amable y tan amante del país, está manteniendo una posición importante en las encuestas. Pero ¿qué se espera si llega al poder?, continuar con esa doctrina de “Matamos gente, pero tienes luz y agua”, una cosa por otra, y después pensar “ sí, murieron algunos , pero si no fuera por él la economía no estaría como está”. Ahora, si estamos dispuestos a regresar a los 90’s y vivir lo que ya vivimos - una especia de deja vu - podemos marcar el símbolo anaranjado. Lo digo sin temor porque ella misma se siente orgullosa de la labor de su padre, de arrastrar esta ideología, de no ser capaz de quitarse el polo, sino de mantener lo que su padre hizo, el neoliberalismo presente nuevamente en el Perú.
El candidato “salvador” se encuentra en la segunda vuelta. Él debe de estar soñando con una (no deseamos que la velita azul se apague); sin embargo, es el que se halla más lejos de alcanzarla. Señores, cómo podemos criticarlo tanto, el candidato de Solidaridad Nacional espera que seamos solidarios, más generoso, menos duros, pero la gente decide por sí sola, no podemos hacer nada por él. Su oportunidad, si es que la tenía, tal vez, se encontró en el debate, ¿la aprovechó? (he empezado a pensar que esa idea de robar las billeteras nació de alguno de sus asesores).
Así puedo llegar al umbral del señor Ollanta Humala, cómo no mencionarlo, el nacionalista a ultranza, el que nos llevará a la perdición, qué será de las universidades, ¡del Markham!, se prefiere a cualquiera antes que él. Militar en el poder resulta igual que sacrilegio, sobre todo si es el ya mencionado. Qué podemos hacer, les da rabia a algunos admitir que tuvo un discurso bien redactado, puede que con fallas al decirlo, bien pagado señor Humala. Se mantuvo en el margen, no aspiró a más votos, se quedó con los que ya obtuvo, posiblemente ha sido el de “mejor estrategia”, qué le da entonces el primer puesto en estas elecciones, “propón pan, agua y luz, llegarás a la gloria”. Puede que sea el que lleve la imagen del Perú "más arraigada al pecho"- nos quiere hacer creer eso, al menos. Logró que las comunidades olvidadas se identifiquen más con sus propuestas. Puede que no sea netamente la ignorancia, pero qué es lo que lo lleva a las ideas radicales, ¿el resentimiento?, ¿y ese resentimiento no es acaso compartido por el pueblo?.
Todos tenemos esa libertad de expresarnos, de pensar, de escribir. Mis molestias en la web solo las digo, qué importan. Cuando la educación llegue a un grado óptimo y la riqueza sea redistribuida - por enésima vez-, podremos aspirar a mejores opciones, esperaré al bicentenario.
