martes, 31 de enero de 2012

2012 ya no tiene lentes






(Me olvidé de redactar mi nueva carta de presentación)

No utilicé este mes para pensar sobre los nuevos aspectos de mi vida, simplemente no escribí...y no pensé.

Conmigo y con el espejo hay algunos cambios, pero no le corresponden al 2011. Ese año -que ya fue - me  mostró una cara diferente. Claro, algunas cosas no variaron, como el canal cuatro, el canal seis (oh diosas y los entendidos de mesa de noche, qué se yo) y -extrañamente- el tiempo que tardo en ordenar mi cuarto. Pero sí me di cuenta de ciertas cosas como estas: (1) existen más posibilidades de que la gente me caiga mal a que me caiga bien, (2) puedo ser ese 1 en un millón, (3) la primera impresión sí vale, (4) realmente la mantequilla y el chocolate me sacan granos, (5)  es poco probable que solo sea una persona.

Esas, entre las más banales, pueden cambiar un año. Y lo principal, ¿qué es un año?: un lapso de tiempo que se pierde en un año y al que se le resta importancia años después. Sin embargo, es necesario pasar por ese año porque lo que verdaderamente importa son los cambios que hiciste para poder sobrevivir a los siguientes. Si no hubieron cambios, probablemente, la vida se convertiría en una mala historia sin parte 2. Y no es solo cambio el hecho de dejar de hablar como "reguetonero" para hablar como "hipster (término 2010-2011)", no se trata solamente de modificar algo; un cambio también puede ser reafirmar algún detalle, un punto...en fin, la idea es no reconocer muy a menudo los errores de la chica de 15 en la chica de 18.  La parte difícil.


En resumen, podría decir que he seguido cometiendo esos "mistakes", y que he escuchado varias canciones para sentirme peor. Como también (1) he intentado olvidarme de cómo soy para ser un sujeto que quisiera ser (en otra vida, claro),(2) he dejado que otras personas laven mi ropa interior, (3) aún olvido ponerle tapa a las cosas, (4)uso la ducha de mis papás, (5) entro a chatgratis.com y me hago pasar por mexicana, (6) he continuado haciendo malos vídeos, y (7) sigo evitando ser torpe muchas veces y la torpeza me sale peor. He hecho varias cosas de las que me arrepiento, varias,  pero, por más que hayan sido muchas, no pesan lo suficiente como para decir que eso fue lo más importante del 2011. También hice otras más como ... bueno a quién le entretiene escuchar cosas buenas, este no es el blog del libro "el secreto", que por cierto debería desaparecer de la casa donde vivo.

Podría decir que tolero un poco más a mi persona; puedo llevarme mejor con mis defectos y un poco menos con mis virtudes,  será algo en lo que tendré que trabajar, aunque ¿por qué alterarlo?. Las virtudes pueden hacer de nuestras vidas un edificio más de color blanco y plomo con puerta de vidrio . Lo que nos hace diferentes son los defectos, y no esos como ser hipócrita - que debería considerarse más bien como una virtud practicada por muchos cristianos -, me refiero a esos defectos que parecen un lunar irrepetible.

Así es, este ha sido el año introductorio para la sociología y la antropología desde mi perspectiva personal. Al menos ya sé que la gente es gente, siempre será gente. Todos esos 400 contactos (ya quisiera) son gente, nunca dejarán de serlo, les hable más o les hable menos. Mucha frialdad puede que parezca mentira, broma. Me mantengo en la idea y solo puedo decir que pocos dejan de ser masa para ser alguien, pero luego, cuando son alguien y de pronto empiezan a ser gente, no te sorprendas: la gente siempre es gente.

Finalmente, no me queda mucho más qué decir; continuaré escribiendo, chateando con extraños,  comiendo mantequilla de maní, escondiendo cosas bajo la almohada, y alentando a la paranoia que ha decidido competir con los otros males de mi cerebro.

Para la parte 3 esperemos el próximo año. Deséenme mala suerte (solo si no creen en el carma).