Sería común pensar en suerte. Hace cuánto tiempo que no nos levantábamos, gritábamos un gol con emoción, nos abrazábamos y festejábamos el haber acertado esa pelota que bautizó el arco del rival.
Alianza Lima nos llenó la noche de ayer con alegría y orgullo. Asi fuésemos de la U, del Cristal, del Aurich o del Cienciano, todos gritamos con fuerza cada gol de victoria.
Estos jóvenes ambiciosos que arrasaron con el equipo ganador de América; con sabias jugadas y pícara mañosería, con definición y dinámica. No se rindieron, no "tiraron la toalla". Actuaron con madurez y serenidad, volteando el partido a los dicisitete minutos, dejando perplejo a Estudiantes de La Plata. Bendita tu velocidad "Zorrito".
Siempre recordaremos esta temporada, este partido, los cuatro goles. Tranquilo, ni el deficiente árbitro opacará esta memoria; los que son buenos, lo son incluso con árbitros como este.
Sería común pensar en suerte, pero la calidad que este equipo viene derrochando nos demuestra que no es suerte, que la blanquiazul es "garra". Gracias Aguirre, gracias Fernandez, gracias a los Sánchez, gracias Alianza por el triunfo que hará que la barra peruana no se apague y siga alentando "Alianza Campeón".
Sería común pensar en suerte, pero la calidad que este equipo viene derrochando nos demuestra que no es suerte, que la blanquiazul es "garra". Gracias Aguirre, gracias Fernandez, gracias a los Sánchez, gracias Alianza por el triunfo que hará que la barra peruana no se apague y siga alentando "Alianza Campeón".
